—¿Tú eres feminista? —le pregunto. Ella cambia el gesto y me contesta con rotundidad: —No. Yo sonrío, porque sé lo que me va a decir, y vuelvo a preguntar: —¿Y eso por qué? —Porque las mujeres tampoco son más que los hombres. Todos somos iguales. —Entonces, tú no eres hembrista, pero sí feminista (o eso espero). —¿Qué es eso de hembrista? —Considerar que las mujeres son mejores que los hombres; igual que el machismo, pero a la inversa. Me lo niega. Con la cabeza y con la palabra. «No, no, no… Eso es el feminismo, no me líes». Y me limito a decirle: —Míralo en el diccionario. Esto no es la primera vez que me pasa. Es asombroso que a estas alturas aún se desconozca el significado de la palabra y, sobre todo, que esté tan denostada que hasta las mujeres se apresuren a desmarcarse. Por eso, Querida Iljeawele. Cómo...
from Libros y Literatura http://ift.tt/2p6pvnR
via IFTTT
No hay comentarios:
Publicar un comentario